miércoles, 12 de septiembre de 2007

Historia


Mario Aldana nunca conoció a su padre, pero a pesar de esto lo conoce más que nadie, sabe muy bien cuáles son sus debilidades, sus miedos y temores. Siempre ha estado al lado de su mamá, ha sido un hombre responsable en sus estudios (igual a su papá), cuando terminó el bachillerato, consiguió papeles para irse a Estados Unidos e ingresar a la universidad.

Su madre Rocío, una mujer soltera, honrada y trabajadora siempre le dio lo mejor a su hijo, desde muy joven trabajó para sacar adelante a Mario.

En su mente siempre estuvo el recuerdo oscuro de Mario, el padre de su hijo, y muchas preguntas que quizá algún día le hubiese gustado saber, tal vez por eso su hijo creció con resentimiento hacia él. Su corazón siempre estuvo marcado de buenos momentos que pasó junto a él y sobre todo el amor tan grande que siempre sintió; porque nunca ha dejado de amarlo.

Mario Aldana viajó a EE.UU en busca de su padre, y de tantas vueltas, de ciudad en ciudad y uno que otro contacto dio con su paradero. Empezó a llamarlo con una identidad falsa, acosándolo y obligándolo a renunciar a su empresa. Era evidente que su propio hijo lo quería hundir, dejándolo solo para que sintiera todo lo que él y Rocío sintieron durante veinte años. De esta forma Mario se pudo a cercar a su padre. Al poco tiempo consiguió un empleo en la misma empresa de su papá, lo que facilitó conocer personas importantes en la empresa para poder mover sus influencias y sacarlo de la empresa que le dio tanto dinero y que quizá fue la que cambió el destino de la familia que siempre quiso tener.

Mario no sabía lo que estaba haciendo, tampoco sabía las malas intenciones que tenía su papá pues este le estaba pagando a un “matón” para que diera con su paradero y poder acabar con el problema.

Así transcurrieron varias semanas hasta que Mario el padre, se cansó de esta situación, pues ya había recibido su carta de renuncia. Esta razón fue más que suficiente para que llamara al “matón” y le diera la orden..

Al otro día, buscando en los archivos del personal de la empresa en la que trabajó, encontró los datos del personaje que lo estaba acosando y se los llevó a su casa, pues él quería verle la cara y saber quién fue realmente la persona que tanto daño le hizo…

Después de la llamada que confirmó sus ordenes, Mario comparó los datos con unos que encontró en la agenda de aquel personaje, por sorpresa eran falsos, así que continuó buscando aceleradamente en la agenda encontrando un par de fotos de Rocío. Inmediatamente se despertaron muchos sentimientos. Su corazón se bloqueo por un momento y su mente era un caos. Totalmente asustado tomó de nuevo la billetera y sacó todos los documentos y encontró la cédula dónde estaba la foto y su verdadero nombre; Mario Aldana, su hijo.


1 comentario:

Estructuras Narrativas dijo...

Evelyn, revisa bien la historia, estás juzgando muchísimo, demasiado, a los personajes. Además estás haciendo juicios morales de sus comportamientos. Mira bien el por qué y el cómo de la actitud de Mario cuando logra hasta hacer salir a su padre del trabajo, tampoco sabemos porqué el padre abandona el hogar, indaga todo eso.